domingo, 14 de enero de 2018

1F. 5-Julio-2017. Indice V S.




IVS - Índice de varianza social.


Introducción.
·         Si la media de éxitos tomando una determinada decisión en la vida es "X" diríamos que las personas con este resultado experimentan la normalidad y, por el otro lado, las personas que experimentan un resultado por encima de "X" serían afortunadas, así como las personas que experimentan un resultado por debajo de "X" lo serían desafortunadas; es decir, si la media de intentos para lograr entrar a la universidad es de, por poner un ejemplo, 3 veces por persona hasta tener éxito, diríamos que, los que entran a la primera serían afortunados, los que experimentan la media están dentro de lo normal y, los que no logran, o los que lo hacen tras un número de intentos superiores a la media serían desafortunados. La lógica de este ejemplo se puede transpolar a un sinfín de situaciones, así como a las subdivisiones de cada situación y sus dimensiones en cuanto al tiempo, el lugar y condiciones personales, queriendo decir, por ejemplo, que, incluso después de entrar a la universidad, hay una media de intentos que logran la graduación y sería una subdivisión de la situación general. También en esta subdivisión de la situación está el período de gradación y existen otras medias de éxitos en mantenerse o avanzar en cada período o asignatura. Como se puede ver, una situación global está compuesta por otras situaciones que a su vez están compuestas también por otras, terminando así la estructura arbórea en los resultados experimentados de forma directa o indirecta por una persona; quiero decir que el resultado final de una acción, como la del obtener o no un empleo, al entrar o no en la universidad y llegar con vida o no a un destino, está determinado por la varianza, la cual, está compuesta por la estructura de cada subdivisión de la situación y se desvía de la media, en cada subdivisión, en función de la cantidad de posibilidades existentes en cada sentido, de éxito o de fracaso. Si hoy en día es más seguro el transporte público que hace un siglo, lo es porque, a lo largo de los años, las personas al cargo de su gestión han ido empujando la varianza hacía el lado positivo en cada subdivisión de la situación general; han ido mejorando las vías, regulando más el tráfico, preparar más a los conductores y un largo etcétera para que hoy en día, los usuarios del transporte público puedan disfrutar del éxito en cada trayecto hacia sus destinos. Se puede ver que se ha logrado dicho cambio aprendiendo de la experiencia trágica y, aunque es triste verlo así, el ser humano mejora cuando se da cabeza con la situación por así decirlo, pues el ejercicio de prevenir posibles resultados no está muy fuertemente arraigado en las culturas contemporáneas. En la vida real la tasa de éxitos o fracasos suele estar muy a menudo por encima o por debajo de la media en la mayor parte de las situaciones humanas y, esa diferencia de la tasa con respecto a media, la llamamos desviación, la cual y a su vez, es producto de la varianza. Dicha varianza es una fuerza que gobierna o dirige la variación del resultado con respecto a la "normalidad". En términos más populares, la varianza sería la fuerza del destino para unos, la voluntad de Dios para otros, lo que está escrito y la suerte para el resto; de hecho, una de las razones del existir de todas estas creencias radica, entre otras cosas, en la complejidad y falta de poder controlar tal fuerza semejante y sus efectos. Más adelante explicaré con más detalle el cómo puede, el ser humano y hace, subir el listón de la media en multitud de situaciones o subdivisiones, logrando así el poder de guiar la varianza y no dejarse guiar por ella.

Estructura interna de la varianza.
·         Si cogiéramos una moneda y la tiráramos 10 veces al aire, lo normal o la media de las veces que caería, sería de 5 caras y 5 cruces, pero cualquiera puede comprobar personalmente que el resultado, con mucha frecuencia, no sale así. Muchas veces salen 7 caras y 3 cruces, 8 cruces y 2 caras, 4 caras y 6 cruces y demás combinaciones aleatorias. La demostración del proceso nos da la desviación del resultado con respecto a la media de 5 caras y 5 cruces, pues la tendencia total de la desviación es provocada por la varianza. Al igual que tirando las monedas sería optar por un trabajo o cambiar por otro para mejorar, arriesgarse en un proyecto personal o cambiar de pareja, en cualquiera de estas situaciones hay una variación del resultado en cuanto a éxito o fracaso y, dada la incapacidad de preverlo por la incidencia de multitud de factores incalculables, nadie sabe la media antes de empeñarse en la acción. Lo que para la moneda sería la fuerza de lanzarla, su velocidad, la inclinación de la mano y la gravedad entre otros, lo sería para una persona, el entorno familiar, la situación social, la cultura y su nivel de educación entre otros. He aquí los elementos que componen y, a la vez, influyen la varianza. Las fuerzas que se unen para hacer girar la moneda social de una persona nos afectan a todos y también formamos parte de las mismas, es decir, todos y cada uno de nosotros aportamos fuerza, carácter e iniciativa a la situación general y esta misma situación, a la vez, nos condiciona como ciudadanos o personas. Con nuestro modo de vida social y fuertemente marcado por la moral, es decir, con nuestros escenarios, nuestras reglas, rituales y carreras, nuestros papeles y guiones, estamos construyendo una varianza que premiará o castigará a muchas personas en sus intentos de supervivencia e integración social. De nuestra actividad social emana un residuo moral que, manifestándose en forma de opinión pública, presión social o normas obligatorias a cumplir, provoca rechazo y exclusión a nuestro alrededor y sin darnos cuenta siquiera de ello. Para unos, en sus intentos de entrar o mantenerse en algún escenario, puede haber éxito en algunas situaciones y fracaso en otras, para otros a la inversa o una proporción razonable, pero, sea como sea, una consecución de fracasos, o una serie de golpes sociales en cadena, puede arrojar o apartar a un individuo fuera de todos los escenarios e incluso del escenario básico y fundamental para su desarrollo como ser social. Una vez llegado a esta situación es imposible retomar dicha postura y estará a la deriva, en el limbo, ni muerto ni vivo, estará en lo invisible. Por el otro lado, una consecución de éxitos puede propulsar a un individuo en la alta sociedad y volverse muy visible hasta tal punto de convertirse a veces en famoso. En la estructura de una sociedad que permite o hace posible estos escenarios tiene una influencia muy importante la cultura popular, el nivel económico y el desarrollo tecnológico entre otros.
Hallar la varianza. Se trata de calcular la dispersión de los resultados con respecto al valor esperado. Simplificando el proceso, es el cálculo que se ha de hacer para medir lo lejos que está una persona de lograr resultados positivos en un proyecto determinado.

Es decir, se deben evaluar las probabilidades reales de tener éxito con una determinada decisión, así como los altibajos que se presentarán en los intentos según el promedio. Por ejemplo, en el 90% de los casos, las personas con buenas relaciones familiares suelen evitar situaciones críticas y nunca llegan a la situación de sin hogar. Esto indica que las personas que no cuentan con apoyo familiar están por debajo de la media y que, en una situación de riesgos sociales o económicos, están propensos a padecer una situación de pobreza severa si alguna circunstancia no lo impide.
Ahora bien, también existe un 10% de probabilidad de llegar a una situación crítica estando en muy buena relación con los miembros familiares, por lo que, a alguien le tocará llegar a situaciones límite incluso con apoyo familiar. En esta situación se habría de mirar las otras variables y la naturaleza de su interacción, positiva o negativa, así como el peso que tienen frente al apoyo familiar dentro del índice total. Por poner un ejemplo, si una persona ha tenido una ruptura a nivel de pareja y la dependencia emocional hacia su ex pareja era una variable con mucho peso motivacional en su vida, se podría considerar el apoyo familiar como variable menor y con poca incidencia en el IVS (Índice de Varianza Social) a la hora de evaluar los riesgos que puedan llevarle a una situación de exclusión.
La importancia de una variable en el índice total es relativa a las circunstancias personales del sujeto y se ha de tener en cuenta la naturaleza, la intensidad y la potencia de cada una de las variables con el fin de poder estructurarlas según la escala de valor que puedan tener.
Cuando hablamos de variables hablamos de personas. Lo que llamamos “situación” no es más que un estado de cosas en el cual intervienen o han intervenido, de manera directa o indirecta, otras personas. Analizar la situación de una persona es analizar las relaciones que tiene o tuvo con su entorno, es decir, con las personas que le rodean.
El índice de varianza social tiene su origen en la percepción que tengo sobre la realidad social y actualmente creo que podría ser una gran herramienta para la prevención de situaciones en pobreza severa. Reflexionando sobre la realidad que experimenta y vive una persona, me he dado cuenta de que, las relaciones y vínculos que posee con las demás personas del entorno son la esencia de su supervivencia y cualquier concepto, por abstracto que sea, no es más que la manifestación de una relación social; la economía, el mercado y la opinión pública entre otros, son conceptos que parecen existir por si mismos y no es así para nada. Detrás de un supuesto mercado hay personas que hacen de consumidores y detrás de una economía hay personas que hacen de productores e inversores, así como detrás de una supuesta opinión pública hay personas hablando. Me he dado cuenta de que los lazos que tiende o mantiene una persona hacia el entorno están sujetos a una fuerza invisible que los puede llevar al éxito o al fracaso y que hay un promedio de éxitos y de fracasos en cada lazo que se quiera tender o mantener. Teniendo en cuenta el promedio de resultados con respecto a la media esperada en cada relación, me ha llevado a pensar en una unificación de resultados para la construcción de un coeficiente general que pueda mostrar la tendencia de una persona hacia el éxito o el fracaso. Es decir, al igual que el índice bursátil IBEX35 muestra la unificación de los 35 valores más cotizados de la bolsa española, de igual forma sería el IVS (Índice de Varianza Social) mostrando la unificación de las variaciones de cada vinculo social mostrando así, a lo largo del tiempo, un leve cambio en el total pudiendo prevenir un futuro desastre social en nuestro caso. El IBEX35 cambia muy poco en el tiempo, incluso de un año para otro, independientemente de los altibajos que puedan sufrir los valores que lo componen que, en cuyos casos, cualquiera podría comprobar que son muy volátiles en un solo día e incluso en unos minutos. Lo que quiero decir con esto, es que de igual manera se comportan y manifiestan las relaciones sociales que experimenta cualquier persona, es decir, sufren reveces, se renuevan, se deterioran, dejan de existir o aparecen otras. Sea cual sea el caso, al producirse un cambio familiar, laboral, económico o de salud, podríamos ver su peso y capacidad de influencia en la situación general de una persona mediante el cambio reflejado por el IVS (Índice de Varianza Social) y su correspondiente coeficiente de dispersión con respecto a la media. Empleando este índice se podría analizar la situación social real de una persona o un grupo determinado y no solo esto, sino que, se podría hacer un seguimiento en el tiempo y observar la eficacia de soluciones adoptadas para la prevención de riesgos. Es muy amplia la utilidad de este índice y su empleo, por lo tanto, voy a intentar explicar a continuación, mediante varios supuestos, los beneficios que provee su implementación.

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